CAPÍTULO 2. AMARGA LIBERTAD
-Papá...soy....homosexual.-dijo Anasti cabizbajo.
Su padre no le escuchaba. Estaba concentrado en un programa televisivo sobre política. Anasti no se extrañó, era frecuente en él, nunca le había prestado ningún tipo de atención.
-Papá...-Anasti insistió. -Es importante!
-Cállate quieres!?-dijo molesto pero sin alzar la vista-.
-Padre...
-Qué!!
-Quería decirte que...
-Vamos habla ya! No tengo todo el día para perder contigo!
-Que...que soy...homosexual!-Anasti desvió la mirada, sabía perfectamente que hallaría si la dirigiese hacia aquel hombre.
-Qué!?-su padre levantó la vista del televisor.-Qué has dicho?
-Que....padre...-el corazón le ardía-.
-Anasti qué has dicho, qué has dicho?!-le lanzó una furibunda mirada con los ojos fuera de sus órbitas-.
-Que soy ...
-Hijo de puta!-le lanzó la cerveza al rostro mientras se levantaba con un puño en alto.
Anasti salió corriendo del salón en busca del abrazo de su madre. Ella se encontraba en pié en el pasillo...llorando.
-Mama?-susurró Anasti mientras se acercaba a ella con los brazos abiertos-.
-Hijo......no me toques.-dijo Ana retrocediendo varios pasos-.
-Mama?-dijo Anasti llorando e incrédulo, solo, en el centro del pasillo-.
-Anasti! Ven!!-su padre vociferaba en el salón-.
Anasti quería huir de allí, como si cerrando la puerta tras de si pudiese librarse de aquella situación. Empezó a correr hacia la puerta principal, pero su padre tenía otros planes para él. Lo interceptó en la puerta y le dio un golpe con el puño en la mejilla. Una vez en el suelo le grito:
-Qué has dicho?!
-Que soy...que soy...-Anasti tosió.
Su padre le propinó una patada en las costillas, mientras su madre, lloraba, observando la escena desde la lejanía, inmóvil.
-Qué has dicho!
-Que soy homo...
Otro golpe.
-Qué has dicho!!-la voz le fallaba del esfuerzo empleado para gritar-.
-Soy gay!!!!
Otro golpe.
-Soy ga...
Otro.
-Soy ...
Otro, uno más, más, otro!!
-Déjame!
-No! No sé quién eres...-dijo llorando.
Anasti gritaba de dolor, se retorcía en el suelo del comedor con serias dificultades para respirar. Su padre le escupió.
-Vete! Vete! No quiero verte más!- le propinó una última patada y se fue con un sonoro portazo.
Su madre lo miraba fría e inmóvil.
-Mamá...
-Márchate.
-Mamá!-dijo Anasti llorando.
-Márchate.